Crónica de una Muerte Anunciada

Gabriel García Márquez (premio nóbel de Literatura 1982)

Contexto Histórico

«Crónica de una muerte anunciada» es la séptima novela de Gabriel García Márquez. Se publicó en 1981 y su éxito ha sido y sigue siendo muy notable. Constituye su obra más «realista» pues se basa en un hecho histórico ocurrido en su tierra natal (Colombia). A este respecto dijo Márquez en una entrevista: «No hay ni una sola línea en ninguno de mis libros que no tenga su origen en un hecho real.» y en este libro es indudable.

Gabriel García Márquez vivía en una pequeña aldea de Aracataca, situada casi al pie de la Sierra de Santa Marta, en los Andes de Colombia, sobre la costa del mar Caribe, lugar que toma de referencia para la redacción de esta obra.

En Márquez la mezcla entre mito y realidad ofrece libros sorprendentes. El mito sirve como punto de partida a de la realidad, porque alguna vez ha tenido que existir ese mito, de manera absolutamente natural. La misma realidad siempre está potenciada por el conjunto de unas líneas tan cargadas de una atracción que enganchan al lector a la novela desde el principio.

Comienza la novela por el final: diciendo que Santiago Nasar ya esta muerto, y que lo mataron los hermanos Vicario para vengar el honor deshonrado de su hermana Ángela. El relato termina precisamente en el momento en el que Santiago Nasar muere.

Resumen del Argumento:

«Crónica de una muerte anunciada» versa sobre la rara historia de amor que existiera entre Bayardo San Román y Ángela Vicario y el pobre Santiago Nasar, cabeza de turco que propuso Ángela ante la inquietante pregunta de sus hermanos, de quién le había pegado. La historia ocurre en un pueblo llamado Manaure

1. Capítulo

El primer capitulo sirve para presentar a Santiago Nasar, protagonista de la historia.

Aquél día Santiago se levanta sobre las cinco y media de la mañana para esperar el buque que traía de paso al obispo. Había dormido poco y mal consecuencia de la borrachera del día anterior. Despertó con dolor de cabeza, tras un rato se puso un pantalón y una camisa de lino blanco, un poco arrugada porque no tenia almidón, porque venia el obispo o sino normalmente se pone el vestido de color caqui y las botas de montar porque acude a El Divino Rostro, la hacienda de ganado que había heredado de su padre y que él administraba. Santiago tenía una gran colección de armas.

Él como su padre dormía con un arma escondida en la funda de la almohada. Aquel día la descargó antes de salir de casa.

Normalmente en casa las tenia descargada para que nadie tuviera la tentación de disparar y ocurriera lo que paso una vez en su casa cuando el era pequeño, una mañana la sirvienta sacudió la almohada para quitar la funda y se le cayó la pistola al suelo y se disparó al chocar contra el suelo, y la bala atravesó el armario del cuarto, atravesó la pared de la sala, paso con un estridente ruido por el comedor de la vecina y fue a chocar contra un santo de tamaño natural que estaba en el altar mayor de la iglesia que estaba en el otro extremo de la plaza , el cual destrozo.

Aquella mañana Placida observo a su hijo desde una hamaca y pensó lo que su hijo había heredado de ella el instinto y de su difunto padre el dominio de las armas de fuego, el amor por los caballos y la maestranza de las aves de presas pero también el valor y la prudencia. Entre padre e hijo hablaban en árabe. Y al final tuvo un amargo recuerdo, su matrimonio era de conveniencia.

Santiago se despidió de su madre y salió del cuarto y entró en la cocina donde estaba Victoria Guzmán, la cocinera, cocinando almuerzo. Santiago se sentó en la mesa y Divina Flor, hija de Victoria le sirvió un tazón de café con un chorro de alcohol como todos los lunes para poder sobrellevar el día, Santiago mastico dos aspirinas y se quedó mirando a Divina y en ese momento Victoria se giró y le ordenó que la dejara. Victoria fue seducida por Ibrahim Nasar durante su adolescencia de donde salió Divina Flor (y no quería que le ocurriera lo mismo a su hija. Victoria aún guardaba rencor a Ibrahim.

La casa era un antiguo depósito de dos pisos con paredes de tablones de madera y un techo de dos aguas. La casa había sido construida cuando por el río aun se podía navegar. En la planta baja hay un salón que servia para todo y al fondo del salón los corrales para los animales, en la planta alta hay dos dormitorios anchos y cinco habitaciones y construyo un balcón, en la fachada construyó dos ventanas para que entrara luz. En la casa existen dos puertas la de delante que siempre se tiene cerrada salvo en ocasiones festivas y la de la parte trasera que es la de más uso.

Victoria y Divina sabían perfectamente que iban a asesinar a Santiago pero ellas se callaron porque querían que lo mataran.

Una vez terminado su tazón de café se levantó y se dirigió a la puerta principal, la cual le abrió Divina y no cerró el cerrojo con la esperanza que se pudiera reguardar de sus asesinos

Alguien que nunca fue identificado metió por debajo de la puerta un sobre con un papel dentro en el cual le avisaban que le iban a asesinar. El sobre no lo vio nadie.

A las seis Santiago salía de su casa camino al puerto, mientras caminaba por la plaza veía todos los desperdicios de la juerga y las botellas que se bebieron en la boda.

El único lugar abierto en la plaza era una tienda de leche al lado de la iglesia donde estaban los gemelos Pedro y Pablo Vicario que tenían 24 años (y eran difícil de distinguir). Clotilde si que vio a Santiago cuando salió de su casa pero se reprimió y no despertó a los gemelos.

Los gemelos aún llevaban la ropa de la boda e iban con un aspecto un poco desastrado por tantas horas de juerga, y aún no se habían afeitado. Se habían dormido después de tres horas de espera, para ellos era el primer sueño desde hacia tres días. Se despertaron con el ruido de la bocina del buque del buque y cuando lo vieron saltaron de la silla pero en aquel momento Clotilde dijo dejarlo para después aunque sea por respeto al obispo. Aunque parecía un soplo del Espíritu Santo pero lo gemelos se lo pensaron mejor.

Margot, me dijo que el buque no se paró pero el obispo tuvo la decencia de saludar a la gente que estaba en el puerto. Santiago se sintió defraudado porque había contribuido con varias cargas, como leña y gallos.
Después del paso del buque Margot invito a Santiago a desayunar en su casa y él aceptó gustosamente. Él le dijo que se cambiaba de ropa y le alcanzaba pero ella insistió en que le acompañara ya porque el desayuno ya estaba servido. Así que Santiago se fue a casa a cambiarse. Nadie se preguntó siquiera si Santiago estaba prevenido, porque a todos les pareció imposible que no lo estuviera. Margot era una de las pocas personas que todavía ignoraban que lo iban a matar. De haberlo sabido lo hubiera agarrado y no lo hubiera soltado. La madre de Margot tampoco lo sabia, era muy extraño ya que era una de las que lo sabía todo. Después de un rato Margot se enteró completamente de la noticia y de un modo brutal: Ángela Vicario, había sido devuelta a la casa de sus padres porque el esposo (Bayardo San Román) encontró que no era virgen. Pero la cuestión es que no se le conoció otro novio a Ángela. Margot volvió a casa rápidamente. Aquella noticia dejo perpleja a su madre la cual salió corriendo hacia la casa de Santiago Nasar y por el camino se encontró con una vecina y le dijo no se moleste ya le han matado.

2. Capítulo

El segundo capitulo comienza con la descripción de Bayardo San Román, un hombre que llego al pueblo en un buque con todas sus cosas. Andaba por los treinta años. Llegó al pueblo con una chaqueta corta y un pantalón muy estrecho y con unos guantes a juego. Todo el pueblo cotilleaba sobre él e intentaba saber más de él. Una noche en el cine dio a entender que era ingeniero de trenes y hasta hablo de construir uno hasta el interior. Sabía mandar mensajes por código morse y buen nadador.

Un día vio a Ángela y a su madre por la plaza y desde aquel mismo momento intento llamar su atención, una noche compró todos los números de la rifa, en la que ella misma estaba cantando los números y el regalo se lo llevó a su casa. No sabia como pero había averiguado que era su cumpleaños.

Ángela tuvo que discutir con sus padres porque creían que su hija le había insinuado algo a Bayardo, así que sus hermanos mayores Pedro y Pablo cogieron el regalo y se llevaron a su dueño. Los gemelos no aparecieron en casa hasta el día siguiente llevando el regalo otra vez y a Bayardo para seguir la parranda…

Ángela era la menor de una familia de escasos recursos, su padre Poncio Vicario era orfebre de pobres y su madre había sido profesora de escuela. Las dos hijas mayores se casaron muy tarde.

La familia Vicario se tomo en serio el compromiso de boda pero puso una condición que Bayardo acreditará su identidad ya que nadie lo conocía. Al cabo de unos días llego la familia de Bayardo al pleno, en el buque de ceremonias del congreso Nacional. Eran cuatro, el padre, la madre y las dos hermanas. La madre, Alberta Simonds era una mulata grande de Curazao, el padre era el general Petronio San Román, héroe de guerras civiles. Luisa no le parecía bien que se casará ya que había seducido a la familia con sus encantos no a Ángela. Ángela no se quería casar con Bayardo ya que sus padres junto a sus hermanas mayores le impusieron esa obligación. Al día siguiente Bayardo le pregunto a Ángela que casa le gustaba más y le dijo la del viejo Xius y por la noche se fue a hablar con él pero el viejo Xius no se la vendió. Dos años más tarde el viejo se murió pero al final se descubrió que el viejo se la vendió.

La familia de Ángela quería retrasar la boda para que el obispo los casará pero Ángela no quería ser casada por un hombre que solo cortaba las crestas de los pollos y lo demás lo tiraba a la basura. El general y su familia y las muchas gentes ilustres que vinieron con ellos trajeron tantos regalos que fue preciso restaurar un local olvidado de la planta eléctrica para exhibirlos.

Al novio le regalaron un coche con su nombre grabado. A la novia le regalaron una cubertería de oro puro para veinticuatro invitados.

La familia vivía en una casa modesta con una terraza en la fachada ocupada casi por completo por macetas y un gran patio trasero con gallinas sueltas y árboles frutales y al fondo un criadero de cerdos donde los gemelos ejercían su trabajo. Al final adornaron la casa, la pintaron, los gemelos se llevaron los cerdos y pidieron permiso para tumbar las cercas de las casas contiguas para poder bailar.

El único sobresalto imprevisto lo causo el novio en la mañana de la boda pues llego a buscar a la novia dos horas tarde y ella se negó a vestirse hasta que no viera al novio en la casa, ya que no había percance más vergonzoso para una mujer que quedarse plantada con el vestido de novia. Santiago no deslumbró el menor cambio en su modo de ser durante la ceremonia ni la fiesta.

El acto formal terminó a las seis de la tarde cuando se despidieron los invitados de honor. El buque abandono el puerto. Los recién casados aparecieron en su automóvil descubierto abriéndose a duras penas paso entre el tumulto. Bayardo se bajo del coche, ordeno que siguieran la fiesta a costa suya y se llevo a la esposa aterrorizada para la casa de sus sueños, la del viejo Xius. La parranda se disperso y varios amigos como Cristo Bedoya, Luis Enrique y Santiago Nasar se fueron a la casa de María Alejandrina Cervantes, por allí pasaron muchos otros, entre otros los gemelos Vicario cinco horas antes de matarlo.

Ángela Vicario había mandado a pedir una maletita de cosas personales y su madre Pura también quiso mandarle una maleta con ropa de diario así que llamó al recadero.

Luego el recadero contó que había encontrado a Bayardo de pie con la camisa de seda sin abotonar y los pantalones sostenidos con tirantes elásticos, Ángela estaba en la sombra de modo que solo la vio cuando Bayardo la agarró por el brazo y la puso en la luz. Llevaba el traje de raso en piltrafas. Los gemelos volvieron a casa un poco antes de las tres de la mañana, llamados de urgencia por su madre. Encontraron a Ángela Vicario tumbada bocabajo en un sofá de comedor y con la cara macerada a golpes. Uno de los gemelos el más espabilado, Pedro Vicario la levanto y la sentó en la mesa del comedor y le preguntó, temblando de rabia, quien había sido, ella se demoro apenas el tiempo necesario para decir el nombre y el nombre fue Santiago Nasar. Ella solo recordaba que la sostenía con una mano y me golpeaba con la otra con tanta rabia que llego a pensar que la iba a matar.
Después de leer el segundo capitulo la historia ya va tomando algo de forma porque después de leer el primer capitulo crees que lo han matado porque se había casado con Ángela pero no la quería. Al final del segundo capitulo ya sabes porque lo habían matado.

3. Capítulo

Al principio del tercer capitulo encontramos una pequeña explicación sobre el abogado y los gemelos.

Los gemelos entraron en la casa rural del padre Amador y pusieron los cuchillos en la mesa. Ambos exhaustos por el trabajo bárbaro de la muerte y tenían la ropa y los brazos empapados y la cara embadurnada de sudor y sangre todavía viva. Fueron a que les perdonará pero el padre les dijo que solo ante Dios no ante los hombres. Los gemelos tuvieron que estar en la cárcel durante tres años en espera del juicio porque no tenían dinero para pagar la fianza para la libertad condicional.

Empezaron a buscarlo por casa de María Alejandrina pero allí no estaba. Luego lo fueron a buscarlo en la casa de Clotilde por donde sabían que iba a pasar porque era el único sitio abierto. Se sentaron a esperarlo.
Después de que su hermana les revelará el nombre pasaron por la pocilga y escogieron los dos mejores cuchillos, uno de descuartizar y otro de limpiar. Los envolvieron en unos trapos y se pusieron en camino al mercado de carnes para afilarlos. Llegaron sobre las 3:20, Faustino Santos un carnicero los vio entrar. Mientras afilaban los cuchillos, Pablo dijo vamos a matar a Santiago. Faustino se quedo con la duda que si iban borrachos o normal así que le contó esto a un agente de policía que un poco más tarde paso por allí a comprar una libra de hígado para el desayuno del alcalde.

Los hermanos Vicario entraron a las 4:10 en la tienda de Clotilde donde pidieron dos botellas de aguardiente, la primera se la bebieron rápidamente pero la segunda poco a poco esperando a Santiago. Los gemelos le preguntaron a Clotilde si había visto luz en la ventana del balcón que era la de Santiago y Clotilde respondió que no y porque lo preguntaban. Los gemelos respondieron que para matarlo. Se quedó perpleja por la respuesta y fue a decírselo a su marido que estaba durmiendo y dijo que era una tontería y que estarían borrachos.
El coronel se vistió con calma y mientras desayunaba un guiso de hígado cubierto de anillos de cebolla, su esposa le contó muy excitada que Bayardo había devuelto a Ángela Vicario y el se burlo diciendo que pasaría si el obispo lo supiera. De camino a la plaza se encontró varias personas que le contaron las intenciones de los gemelos Vicario. Los encontró en la tienda de Clotilde, ni los interrogo, les quito los cuchillos y les dijo que se fueran a casa a dormir. Clotilde se llevo una gran desilusión ya que creían que los iba a arrestar hasta esclarecer la verdad. Los hermanos Vicario les habían contado sus intenciones a más de doce personas.

Según la posterior declaración de Pedro, fue el quien tomo la decisión de matar a Santiago.
Justamente cuando los gemelos salían de la pocilga con los nuevos cuchillos su vecina Hortensia Baute abrió la puerta y se puso a llorar creyendo que ya lo había matado. Siempre que iban al mercado pasaban por casa de la madre de Prudencia Cotes a tomar café pero aquella mañana lo dejaron para más tarde pero la madre de prudencia que traía unos periódicos para achuchar la lumbre saco unas hojas y se las dio a los gemelos para que escondieran un poco los cuchillos

Clotilde había terminado de vender la leche cuando los hermanos Vicario volvieron con otros dos cuchillos envueltos en periódicos con las hojas oxidadas. Faustino luego declaró que fueron a afilar los cuchillos otra vez y chillando dijeron que lo iban a matar.

Los gemelos se pasaron allí bastante tiempo pero no vieron encenderse la luz de la habitación de Santiago.
Antes de irse a dormir Santiago, Jaime y los demás se subieron a la casa del viudo Xius a cantarle a los recién casados. Como vieron el coche en la puerta no se podían imaginar que allí la vida matrimonial acabo dos horas antes. Bayardo había llevado a Ángela a casa de sus padres a pie para que el ruido del coche no lo delatara antes de tiempo.

Después de subir a casa del viejo Xius se despidió y junto a Cristo Bedoya se fueron a casa. Al llegar Victoria, la cocinera le dijo que el café iba a estar pero Santiago le dijo que se iba a dormir y que a las 5:30 de la mañana lo despertará y le trajera una muda como la ropa que llevaba. Subió a su habitación sin encender ninguna luz ya que el foco de la escalera permanecía siempre encendido durante toda la noche.

Se tiró encima de la cama con la ropa que llevaba puesta, ya que una hora después se tenía que levantar a ver al obispo.

El padre Amador se dirigía hacia al puerto, tenia la intención de avisar a Placida pero se le olvido porque tenia que preparar el acto para recibir al obispo y cuando mataron a Santiago se sintió culpable y desgraciado porque no aviso a su madre antes.

4. Capítulo

Este capítulo comienza con el relato de la autopsia que le tuvieron que hacer a Santiago.

El coronel Aponte había tenia una conversación telegráfica urgente con el gobernador de la provincia y este le autorizó para que empezará la investigación mientras le mandaba un juez instructor. El alcalde pensó que el cuerpo se podía mantener refrigerado pero no encontró una nevera de tamaño humano y cuando la encontró no funcionaba. El cuerpo fue expuesto a la contemplación pública en una sala con bastantes ventiladores. Pero a media tarde las heridas empezaron a manar unas aguas de color de almíbar que atrajeron las moscas. El coronel Aponte comprendió entonces que ya no era posible esperar y le ordeno al Padre que hiciera la autopsia. El padre Carmen Amador tuvo que hacer a autopsia ya que el doctor Dionisio Iguarán. La autopsia se hizo acabo en el local de la escuela pública con la ayuda del boticario que tomo las notas y un estudiante de medicina de primer año que estaba allí de vacaciones.

Se murió por la culpa de siete heridas mortales. El hígado estaba casi seccionado por dos perforaciones profundas. Tenia cuatro incisiones en el estomago y una de ellas tan profunda que lo atravesó por completo y le destruyó el páncreas. Tenía otras seis perforaciones menores y múltiples heridas en el intestino delgado. Una que tenia en el dorso le había perforado el riñón derecho. La cavidad abdominal estaba llena de sangre.

Tenía además seis heridas menores en los brazos y en las manos y dos tajos horizontales: uno en el muslo derecho y otro en los músculos del abdomen. Además en el informe puso que tenía una hipertrofia del hígado que atribuyo a una hepatitis mal curada, es decir que le quedaban muy pocos años. El informe concluía decía que la causa de la muerte fue una hemorragia masiva causada por cualquiera de las siete heridas mayores. El cuerpo fue devuelto destrozado totalmente. Lo tuvieron que meter en el ataúd y enterrarlo al amanecer porque estaba en muy mal estado.

Los hermanos Vicario fueron encerrados en el calabozo donde les proporciono jabón y un estropajo para quitarse la sangre y el olor. Le trajeron el almuerzo pero Pedro no probó bocado pero Pablo por su parte comió un poco de todo que le llevaron y un cuarto de hora después desató en una diarrea pestilente. Pedro estaba tan convencido que habían envenenado a su hermano que llamo al alcalde. El alcalde llevo a Pura Vicario a las tres de la mañana para que se despidiera de sus hijos. Fue la familia al completo, hasta las hijas mayores con sus maridos. Antes de irse Pura le pidió al padre que les confesara pero Pedro Vicario se negó y convenció a su hermano que no tenían nada de que arrepentirse. Los gemelos fueron absueltos y se quedaron en Riohacha a solo un día de viaje de Manaure donde vivía su familia. En Riohacha estaba la cárcel. Allí fue Prudencia Cotes a casarse con Pablo que aprendió el oficio del oro en el taller de su padre y llegó a ser un orfebre depurado. Pedro Vicario sin amor ni empleo, se reenganchó tres años después a las Fuerzas Armadas, mereció las insignias de sargento primero, y una mañana espléndida su patrulla se internó en territorio de guerrillas y nunca más se supo de ellos.
Para la mayoría de la gente solo hubo una víctima Bayardo San Román. Suponían que los otros protagonistas de la tragedia habían cumplido con dignidad y hasta con cierta grandeza. Durante años se le recordó como «El pobre Bayardo».

El Alcalde se olvido de Bayardo y cuando se acordó subió con una patrulla y lo encontró inconsciente en la cama.
Estaba en el último grado de intoxicación etílica según informo el doctor. Pero a las pocas horas recobro la razón y los echo a todos de casa. El alcalde informo del episodio al general Pretonio.

El general envío a su mujer con las hijas y otras dos mujeres mayores que parecían ser sus hermanas. El coronel con ayudas bajaron a Bayardo al pueblo y se fueron en el buque.

23 años más tarde se recibió una carta de sus padres (de Bayardo) que no sabían donde estaba y no tenían la menor idea de que iría hacer en un pueblo extraviado sin otro propósito aparente que el de casarse con un mujer que no había visto nunca.

De Ángela Vicario se supo que se había comprado una casa de cemento con un patio muy grande. Después de 23 años había madurado y se había vuelto ingeniosa.

Gabriel García Márquez intento hablar con la madre de Ángela pero se negó totalmente ya que no quería hablar del pasado y se tuvo que conformar para escribir esta crónica. La versión más corriente, tal vez por ser la más perversa era que Ángela estaba protegiendo a alguien a quien amaba de verdad. Le contó todo menos lo que paso con Santiago.

Un día Ángela tuvo que acompañar a su madre a un examen de la vista en el hospital de Riohacha y entraron de pasada en el hotel del puerto y Pura pidió un vaso de agua. Mientras se lo tomaba Ángela hizo un barrido con la vista del salón y allí lo encontró, lo vio pasar a su lado sin verla y lo vio salir del hotel, el corazón se le hizo trizas y cuando llego a casa se tira en la cama a llorar durante tres días. Se volvió loca, loca por el, aún le quería. Al día siguiente le escribió una carta pero espero en vano.

Cansada de esperar le escribió otra carta. Después de seis meses había escrito seis cartas sin repuestas pero se conformo con la comprobación de que el las estaba recibiendo. Entonces Ángela descubrió que el odio y el amor son cosas reciprocas. Escribió una carta semanal durante media vida. La empleada de correos siempre iba a su casa a bordar los viernes por la tarde y de paso a recoger las cartas. Un medio día de agosto mientras bordaba, Ángela sintió que alguien llegaba a la puerta y no tuvo que mirar porque sabía quien era. Estaba gordo y se le empezaba a caer al pelo pero era él, Bayardo San Román había vuelto. Dijo: bueno estoy aquí. Llevaba la maleta de la ropa llena para quedarse y otra igual con casi dos mil cartas que ella le había escrito. Estaban ordenadas por sus fechas, en paquetes cosidos con cintas de colores y todas sin abrir.

https://2dc372e7e2705c2894309bd2dd79ed5b.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

5. Capítulo

En el capítulo quinto se desvela con detalles de la investigación y la consecución del asesinato.

La mayoría de quienes pudieron hacer algo para impedir el crimen y sin embargo no lo hicieron, se consolaron con el pretexto de que los asuntos de honor son sagrados. Flora, la novia de Santiago, se fugo con un teniente de fronteras que la prostituyo entre los caucheros de Vichada. El juez instructor apareció doce días después del crimen. Tuvo que pedir refuerzos por la muchedumbre que se precipitaba a declarar sin ser llamada. 20 años después se buscó pero no se encontró el nombre del juez instructor del caso. Lo bueno de esta historia es que no se encontraron ninguna prueba de que Santiago hubiera sido el agresor. Las amigas de Ángela Vicario declararon que les había hecho cómplices de ese secreto desde antes de la boda pero no les había revelado ningún nombre. El juicio solo llego a durar tres días. A todos no le caía bien Santiago, a Polo Carrillo, el dueño de la planta eléctrica, pensaba que su serenidad no era inocencia sino cinismo.

La gente se dispersaba hacia la plaza, en el centro había dos personas, Santiago y Cristo Bedoya pero nadie los avisaron. Yamil Shaium un árabe, amigo del padre de Santiago le iba a advertir pero pensaba que si el rumor era infundado le iba a causar una alarma inútil.

Cristo después de medio escuchar a Yamil salió en busca de Santiago pero no lo encontró. Fue en busca de él, paso por su casa y su dormitorio y allí no estaba y aprovecho para coger un arma de la habitación de Santiago pero se dio cuenta que después del asesinato que estaba descargada. Siguió su busca pero los gemelos, le llamaron desde la tienda de leche y los gemelos le dijeron que le dijera a Santiago que le estaban esperando para matarle. Por detrás de los gemelos apareció Clotilde y le dijo que se diera prisa porque en este pueblo de maricas solo un hombre como tu podías impedir la tragedia. La gente regresaba del puerto y tomaba sus posiciones en la plaza. En la puerta del club Social se encontró con el coronel Aponte y le dijo que los gemelos lo querían matar y tenían nuevos cuchillos. Entonces el coronel prometió ocuparse del tema pero entró un momento al club a confirmar una partida de domino de esa misma noche y mientras estaba dentro ocurrió el asesinato. Cristo Bedoya creía que estaba en su casa desayunando con su hermana y se fue a su casa. A medio camino escucho gritos remotos y le pareció que están reventando cohetes por el rumbo de la plaza. Trato de correr pero cuando llego le pregunto a su madre y le contesto: dicen que lo han matado pero Santiago se había metido en la casa de su novia donde su padre le dijo la verdad, que lo buscaban para matarlo así que se fue la gente se había colocado en la plaza como en los días de desfile. Toda la gente le estaba chillando. Así que entró en la casa de su novia nuevamente buscando la escopeta de caza pero no la encontró. Salió nuevamente a la plaza y hecho a correr hacia a su casa pero su madre cerró la puerta principal creyendo que su hijo ya estaba dentro.

Santiago llego a golpear varias veces con los puños la puerta pero los gemelos ya habían llegado, el se giró y se los encontró allí mismo y empezaron a acuchillarle y no pararon hasta verlo caer en el suelo.

Después de buscarlo a gritos por los dormitorios oyendo sin saber de donde eran los gritos que no eran lo suyos, Placida se asomo a la ventana de la plaza y vio a los gemelos que corrían hacia la iglesia y detrás a Yamil con un escopeta de caza. Creyendo que ya había pasado el peligro salió al balcón del dormitorio y vio a Santiago frente a la puerta bocabajo, tratándose de levantar de su propia sangre. Se incorporó de medio lado y se echo a andar en un estado de alucinación, sosteniendo con las manos las vísceras colgantes. Camino más de cien metros para darle la vuelta a la casa y entrar por la puerta de la cocina. Atravesó el jardín de los vecinos encontrándose con Wenefrida Márquez y ella le pregunto que le pasaba y el le respondió que lo habían matado. Tropezó en el último escalón pero se incorporó de inmediato y hasta tuvo el cuidado de sacudir con la mano la tierra que le quedó en las tripas, dijo Wenefrida después.

Después entró en su casa por la puerta trasera, que estaba abierta desde las seis y se derrumbo de bruces en la cocina.

III.- Caracterización de los Personajes:

1. Personajes Principales:

  • Santiago Nasar: hombre de 21 años que abandona los estudios de secundaria cuando su padre fallece y tiene que actuar como padre de familia y dirigir el Divino Rostro, una hacienda que su padre le dejó en herencia. Es un personaje soñador, alegre, pacifico de corazón fácil, una persona con la que se podía hablar, bello, formal y creyente. Tenía un cierto talento casi mágico para los disfraces.
  • Bayardo San Román: ingeniero de trenes cuya edad ronda los treinta años. Bien vestido, galán con las mujeres, persona con la que se puede hablar, culto. Sabía mandar mensajes por código morse y era buen nadador. Por lo que parecía con dinero y le gustaba mucho las fiestas ruidosas y largas, de buen beber y enemigo de los juegos de manos. Es honrado y de buen corazón.
  • Ángela Vicario: es la menor en su familia, no creyente, muy recatada respecto a los hombres, sabia lo que hacia en cada caso. Maduró después de lo ocurrido y se vuelve ingeniosa. Aunque nadie le pudo sacar nada de lo que pasó aquella noche ni qué pasó con Santiago, la versión más corriente, era que Ángela estaba protegiendo a alguien a quien amaba de verdad. Muy indecisa a la hora de tomar decisiones por si misma ya que sus padres le impusieron su novio. Tenía un aire desamparado

Fuente: http://www.rinconcastellano.com/cont/gmar_cronica.html#

Eduardo Mendoza Garriga

Eduardo Mendoza Garriga (Barcelona, 11 de enero de 1943). Autor teatral, novelista, abogado y traductor.


Se licencia en Derecho en la Universidad Autónoma de Barcelona, y reside en Nueva York desde 1973 hasta 1982 donde trabaja como traductor en la ONU. Durante su estancia en Nueva York debuta con La verdad sobre el caso Savolta (1975) obteniendo el Premio de la Crítica en 1976, que, junto con El misterio de la cripta embrujada (1979) se lleva a la gran pantalla.

Posteriormente, se publican El laberinto de las aceitunas Campo de la verdad, ambos en 1982. De esta fecha también son Los soldados de plomo, llevada al cine por José Sacristán y en 1986 publica La ciudad de los prodigios, también convertida en película por Mario Camus en 1999.

En 1986, junto a Miguel Narros, versiona y traduce El sueño de una noche de verano de William Shakespeare. Por La ciudad de los prodigios, obtiene diversos premios: Premio Grinzane Cavour (1988, Italia), Premio Ciutat de Barcelona, Nominación de libro del año en Francia (revista literaria Lire), y finalista del Premio Nacional de Literatura. En 1989 publica La isla inaudita, y en 1990 estrena su primera obra de teatro, Restauració.

En 1991, publica Sin noticias de Gurb y en 1992 junto a los escritores Félix de Azúa, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Marsé, Andreu Martín, Jesús Ferrero, Javier Fernández de Castro y Francisco González Ledesma, escriben una novela colectiva detectivesca: El enigma Icaria, editada por entregas en La Vanguardia.

En 1993, recibe el Premio Literario Elle por su obra El año del Diluvio y en 1996, publica Una comedia ligera, elegida como Mejor Libro Extranjero (1998, Francia). En 2001 edita La aventura del tocador de señoras, por la que recibe el Premio del Gremio de Libreros de Madrid y publica el ensayo Pío Baroja.

Un año después, publica El último trayecto de Horacio Dos, y en 2004 estrena la obra teatral Greus qüestions (Graves cuestiones) en el Festival de Temporada Alta de Gerona. No vuelve a publicar hasta 2006 con otra obra de teatro Glòria y la novela Mauricio o las elecciones primarias, que obtiene el Premio de Novela de la Fundación José Manuel Lara Hernández. En este año, Llátzer Moix publica Mundo Mendoza sobre el autor.

Los próximos años son fructíferos: ¿Quién se acuerda de Armando Palacio Valdés? (2007), El asombroso viaje de Pomponio Flato (2008) y en el 2009, Tres vidas de santos con el cual debuta en el género de relato e incluye los cuentos La ballena, El malentendido y El final de Dubslav. El novelista, bajo el seudónimo de Ricardo Medina, gana el 15 de octubre de 2010 la LIX edición del Premio Planeta de Novela, con Riña de gatos. Madrid, 1936.

El 25 de octubre de 2011, la Biblioteca del Instituto Cervantes en Cracovia recibe el nombre de Eduardo Mendoza.

En 2015 es galardonado con el premio checo Franz Kafka, concedido por su trayectoria literaria y en el que han destacado especialmente su obra La verdad sobre el caso Savolta.

En 2016 se le concede el Premio Cervantes. Y en los últimos años ha publicado Qué está pasando en Cataluña (2017); El rey recibe (2018), primera parte de una trilogía; Baroja y yo: por qué nos quisimos tanto (2019); y El negociado del yin y el yan (2019).

Fuente: https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/creadores/mendoza_eduardo.htm

La Fundación

La Fundación es una de las obras de Buero Vallejo que han alcanzado mayor éxito de público y crítica, tanto por el dramatismo de su trama argumental como por la novedad de los procedimientos técnicos utilizados. Presentada como una fábula, plantea al lector-espectador un choque entre realidad y ficción, que se resuelve paulatinamente a favor de la verdad. Cuando, identificados con el protagonista de la obra, creemos que nos encontramos cómodamente instalados en una Fundación, descubrimos que estamos en una cárcel. Es el reflejo de nuestro mundo y de nuestra sociedad. La Introducción y la Guía de lectura de Javier Díez de Revenga, catedrático de la Universidad de Murcia, explican cómo no se trata aquí tan solo de una lección ética, social o filosófica, sino de cómo, a través del arte, llegamos a integrarnos en el conflicto y a buscar una solución.

PERSONAJES:                                                                                                                                                                           

Tomás
Hombre
Berta
Tulio
Max
Asel
Lino
Encargado
Ayudante
Primer camarero
Segundo camarero
Voces                                                                                                                                                                                            

Antonio Buero Vallejo nació en Guadalajara en 1916. Su primera vocación fue la pintura y cursó estudios de Bellas Artes en Madrid. En 1937 se alista en el ejército republicano, y terminada la guerra, es detenido y condenado a muerte por su participación en actividades clandestinas. Finalmente se le conmuta la pena por la de treinta años de cárcel, y en 1946, sale en libertad condicional. Consigue el Premio Lope de Vega en 1949 con Historia de una escalera, que es representada en el Teatro Español y con la que obtiene un rotundo éxito. Desde entonces, y pese a los problemas con la censura, los escenarios más importantes se abren al dramaturgo. Obtiene, entre otros, el Premio Nacional de Teatro en dos convocatorias sucesivas: en 1956, por Hoy es fiesta  y en 1957 por Las cartas boca abajo. En 1980 se le otorga un tercer Premio Nacional de Teatro por el conjunto de su producción. En 1971 fue elegido miembro de la Real Academia, en 1986 se le concedió el Premio Cervantes y en 1996 el Premio Nacional de las Letras Españolas, ambos otorgados por primera vez a un autor teatral. De entre sus obras destacan En la ardiente oscuridadEl concierto de San OvidioEl tragaluz o La fundación. Murió en Madrid en el año 2000.

Fuente:https://www.libreriayorick.com/textos/5801-la-fundacion.html

Poesía arraigada y desarraigada

La poesía en España durante los años 40.

En la inmediata posguerra se abrieron varias vías para la poesía. Vamos a estudiar las dos que tuvieron mayor relevancia: la poesía arraigada desarraigada. El protagonismo poético de estos años se lo llevan los representantes de estos dos grupos con propuestas totalmente distintas.

  • Por un lado estarían los autores que se identifican con el régimen franquistaOfrecen una visión idealizada y heroica de la vida que no se corresponde con la realidad de España en esos años. Defienden además los valores del régimen: familia patriarcal y moral católica. Practican una poesía que Dámaso Alonso catalogó de arraigada.
  • Mientras que el otro grupo, no se identifican con la nueva España resultado de la guerra y ven en el ser humano las consecuencias de la barbarie, la destrucción y el reflejo del dolor existencial. Estos representan la nueva poesía desarraigada.

1.1. Rasgos de la poesía arraigada y desarraigada

A) Poesía arraigada

Representada por un grupo de autores que ofrecen una visión idealizada y entusiasta del mundo. La poesía no refleja la verdadera situación de España tras la guerra, sino que busca la evasión refugiándose en temas como el amor, la belleza de Dios y la creación. Defienden, en definitiva, los valores del bando franquista.

Se agruparon en torno a dos revistas, Escorial (1940) y mas tarde nacerá la revista Garcilaso. Precisamente por esta revista también fueron llamados garcilasistas, no fue solo un nombre. Practicar poesía garcilasista suponía una vuelta a la lírica de Garcilaso y otros poetas de la tradición renacentista.

Los rasgos formales de esta poesía son:

– Las formas estróficas preferidas son las clásicas: sonetos, tercetos,…

– Los  temas principales son los clásicos de la poesía de todos los tiempos: el amor, el  paisaje, las cosas bellas, etc.

– El tema de Dios como protector del hombre y fuente de la perfección y el orden del mundo.

– Ausencia de compromiso y distanciamiento de la realidad.

Destacan autores (que luego la mayoría de ellos sufrirá un desengaño de ese mundo idealizado), como Dionisio Ridruejo, Luis García Nieto, Leopoldo Panero o Luis Rosales. Éste último será muy influyente, e iniciará el giro posterior de estos poetas  hacia una poética más existencialista, con  su obra La casa encendida.
B) Poesía desarraigada

Esta corriente representa el primer movimiento de renovación estética después de la Guerra Civil. Contrariamente a los anteriores, para estos poetas el mundo es un caos y una angustia. Dámaso Alonso (poeta de la Generación del 27), con su libro Hijos de la ira (1944) será quien marque la línea de esta escuela, secundado por otro poeta del 27, Vicente Aleixandre con su obra Sombra del paraíso (1944).

Los poetas “desarraigados” se agruparon principalmente en la revista Espadaña, fundada por Victoriano Crémer y Eugenio de Nora.

Los rasgos de esta poesía son:

  • En los temas, Dios sigue siendo uno de los motivos principales de las composiciones poéticas. Pero, a diferencia de  la poesía arraigada, su religiosidad es crítica. Transmite la idea de que Dios ha abandonado al ser humano y, en consecuencia, el mundo está dominado por  la soledad o vacío existencial y el miedo de vivir y de morir. Corresponde esta corriente a la tendencia existencialista que se generaliza en toda la literatura europea tras la Segunda Guerra Mundial

Estilísticamente, es una poesía menos clasicista que la anterior, con un lenguaje más directo y sencillo, donde no importa tanto la estructura del poema como el contenido. Sin embargo, esta sencillez formal es sólo aparente. En la métrica, emplean el verso libre, pero también  el soneto que predomina en la mayoría de las composiciones y otras estrofas populares.

Destacan autores como: Dámaso Alonso, Carlos Bousoño, José Luis Hidalgo, Leopoldo de Luis, Vicente Gaos, Gabriel Celaya, José Hierro  o Blas de OteroLa poesía de la mayoría de ellos evolucionará después hacia la poesía social.

Fuente: https://masterlengua.com/poesia-arraigada-y-desarraigada/

Generación del 27

La Generación del 27 es el nombre con el que se identifica a un grupo de poetas españoles que representaron a los más notables de la literatura del siglo XX.

Estos poetas fueron influenciados por movimientos europeos como el simbolismo, futurismo y surrealismo, pero no representan un pensamiento revolucionario ni de inclinación política o social.

Las obras de la Generación del 27 se caracterizaron por el uso constante y audaz de la metáfora y de nuevas palabras creadas con el fin de transmitir emociones intensas en los poemas. Se desatacaron autores como Federico García Lorca y Rafael Alberti.

Contexto histórico de la Generación del 27

Generación del 27
La generación del 27 resultó una vía de escape para las emociones.

El contexto histórico en el que surgió el grupo de la Generación del 27 se caracterizó por:

  • La dictadura de Primo de Rivera (España 1923-1930)
  • La depresión de 1929 (caída de la bolsa y crisis mundial)
  • La proclamación de la segunda república española (régimen democrático entre 1931 y 1939)
  • La guerra civil española de 1936 (que terminó en 1939). Hecho que acentuó la visión humanizada de la poesía.
  • La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
  • La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)

Desde la creación del movimiento hasta el surgimiento de la guerra civil española, los poetas comenzaron a difundir sus obras en aumento, por lo que se consideró al movimiento como una vía de escape a las emociones, ante los acontecimientos que acechaban a España durante esos años.

Características de la Generación del 27

Generación del 27
La generación del 27 se valió mucho de las figuras retoricas en sus obras.

La Generación del 27 se caracterizó por la particularidad de sus obras. En los comienzos, los versos hacían hincapié en el arte. Luego, tras la influencia del surrealismo y otras corrientes de la época, el movimiento elaboró una poesía con énfasis en la expresión de los sentimientos y temas tabúes, como la homosexualidad. A este tipo de obras se las denominó “poesía humanizada”.

Este tipo de poesía contenía un lenguaje orientado hacia la intelectualidad y la belleza, donde se hacían presentes las figuras retóricas como la metáfora, para expresar temáticas surrealistas. La estructura de los versos era la clásica, como un soneto, villancico o romance. Además, utilizaban técnicas fueras de a métrica (conjunto de reglas), como:

  • Versos libres. No estaban sujetos a medida ni a rima.
  • Versos blancos. Estaban sujetos a medida, pero no a rima.
  • Versículos. No tiene un número fijo de rimas o de sílabas (entre 8 y 12 sílabas).

Origen del nombre Generación del 27

Generación del 27 - Luis de Góngora
El nombre de esta generación surge en homenaje a Luis de Góngora.

La generación de autores vanguardistas surgió en 1927 con sus fundadores Pedro Salinas, Melchor Sánchez Almagro, Rafael Alberti y Gerardo Diego, quienes designaron un nombre para el grupo rindiendo homenaje al máximo exponente de la literatura barroca del Siglo de Oro, Luis de Góngora (1561-1627), dado que se cumplían 300 años de su fallecimiento. Surgió entonces el nombre de “generación del 27”.

Autores de la generación del 27

Algunos de los principales autores de la Generación del 27, son:

  • Adriano del Valle (1895-1951)
  • Dámaso Alonso (1898-1990)
  • Emilio Prados (1899-1962)
  • Federico García Lorca (1898-1936)
  • Gerardo Diego (1896-1987)
  • Jorge Guillén (1893-1984)
  • Luis Cernuda (1902-1963)
  • Manuel Altolaguirre (1905-1959)
  • Melchor Sánchez Almagro (1893-1966)
  • Pedro Salinas (1891-1951)
  • Rafael Alberti (1902-1999)
  • Vicente Aleixandre (1898-1984)

Fuente: https://humanidades.com/generacion-del-27/#ixzz8ITUA32oG

generación del 98

Uno de los temas que nos tenemos que estudiar en literatura española en el primer trimestre es la Generación del 98.

La generación del 98 fue un movimiento literario y cultural que predominó en España durante las primeras décadas del siglo XX. Estuvo integrado por un grupo de escritores, poetas y pensadores españoles que nacieron durante las décadas de 1860 y 1870 y que se vieron afectados moral e intelectualmente por la derrota de España en la Guerra hispano-estadounidense.

En 1898, España perdió sus últimas tierras en el continente americano: Cuba se independizó, mientras que Puerto Rico y Filipinas quedaron en poder de Estados Unidos. Esta situación generó un impacto social y político en España, que en ocasiones se manifestó como una oposición cultural al orden de la restauración borbónica.

La generación del 98 se sintió obligada a repensar la identidad y el lugar de España en el mundo, y a explorar sus problemas políticos y sociales internos. Si bien no fue una escuela o un movimiento homogéneo, en general sus exponentes asumieron una postura crítica ante las normas sociales y la situación política de la época. Al mismo tiempo, buscaron romper con las formas clásicas y conservadoras de la literatura.

El contexto histórico
En 1874, España vivió la restauración de la monarquía borbónica luego de la efímera experiencia de la Primera República española (1873-1874). Esta última había sido el resultado de un período democrático iniciado con la revolución de 1868.

Con la restauración borbónica se introdujo un sistema de alternancia política bajo la autoridad monárquica, promovido por el dirigente conservador Antonio Cánovas del Castillo, mientras las desigualdades sociales derivadas de la explotación económica provocaban la agitación de sectores obreros y campesinos.

En este contexto, la derrota española en la Guerra hispano-estadounidense de 1898 provocó que España perdiera las últimas posesiones que conservaba en América y se popularizara la idea de una España en decadencia. Algunos intelectuales, mayormente contrarios a la impronta conservadora de la restauración monárquica, reaccionaron a este contexto histórico pensando en la necesidad de una regeneración española.

El origen de la generación del 98

El término “generación del 98” fue usado inicialmente de modo impreciso, pero el escritor español José Martínez Ruíz, conocido como Azorín, lo elaboró y lo difundió en diversos ensayos críticos publicados en periódicos que fueron compilados en el libro Clásicos y modernos de 1913.

Ante la derrota de España en la Guerra hispano-estadounidense de 1898, algunos intelectuales percibieron que parte de la sociedad española proclamaba un renacimiento moral y cultural del país. Esta sensación de desilusión y desesperanza inspiró a muchos autores a difundir nuevas ideas y valores.

Los escritores de la generación del 98 se preocuparon por la herencia de España y su posición en el mundo moderno. Tomaron conocimiento de las tendencias literarias extranjeras y se dedicaron a reconsiderar los valores españoles en el contexto mundial.

El resultado fue el despertar de una conciencia nacional en el pensamiento y la literatura, así como el abandono de estilos clásicos y realistas a favor de un lenguaje más sencillo y de un interés por el paisaje de los pueblos de España. También cobró importancia el ensayo como género literario.

Precursores y exponentes de la generación del 98

La lista de exponentes de la generación del 98 está integrada por algunos de los nombres más importantes de la literatura española. Entre sus precursores se cuenta el intelectual Joaquín Costa (1846-1911), quien representó al regeneracionismo que proponía superar la “decadencia” de España. Sin embargo, otras personalidades son en ocasiones consideradas precursoras y en ocasiones incluidas propiamente en la generación del 98, como Miguel de Unamuno y Ángel Ganivet.

Entre los principales exponentes de la generación del 98 se destacan:

Ángel Ganivet (1865-1898)
Miguel de Unamuno (1864-1936)
José Martínez Ruiz, mejor conocido como Azorín (1873-1967)
Ramiro de Maeztu (1874 o 1875-1936)
Pío Baroja (1872-1956)
Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928)
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Antonio Machado Ruiz (1875-1939)
Manuel Machado Ruiz (1874-1947)

Características de la generación del 98

La generación del 98 se caracterizó por emplear un lenguaje sencillo pero expresivo. Los escritores del movimiento reemplazaron la retórica recargada y detallista que dominaba en aquellos años, por frases concisas y simples, en las que se destacaba el contenido socio-político por sobre la belleza del estilo y la abundancia de información.

El uso de un lenguaje simple no era un impedimento para transmitir ideas y contenidos complejos. Autores como Azorín y Miguel de Unamuno, que fueron influidos por pensadores como Friedrich Nietzsche y Arthur Schopenhauer, evidenciaron su intención de difundir en España corrientes filosóficas del irracionalismo europeo.

En aquellos años también fue importante un movimiento literario surgido en Hispanoamérica, llamado modernismo. Este movimiento también proponía una renovación del estilo literario, tanto en la poesía como en la prosa, y algunos estudiosos han reconocido relaciones del modernismo con la generación del 98. Sin embargo, estos movimientos se diferenciaban en la importancia adjudicada por el modernismo al goce estético.

Los escritores de la generación del 98 tuvieron en común las siguientes características:

La preocupación nacional. Veían el momento que atravesaba España como una etapa de atraso o decadencia, y consideraban que la regeneración social dependía de una regeneración intelectual. Le daban importancia a la vida y las tradiciones de los pueblos, y manifestaban interés por reconocer la identidad y “el ser” de España.
La creación de nuevas formas de expresión literaria. Buscaban abandonar o modificar estilos literarios, para lo cual crearon formas propias, como la novela impresionista de Azorín o los esperpentos de Valle-Inclán. En ocasiones, rescataban el habla tradicional o campesina.
El uso de un lenguaje sencillo. Preferían frases simples y expresivas, antes que la grandilocuencia o el detallismo de otros estilos como el realismo. Daban más importancia al contenido y la naturalidad que a la belleza retórica.
El pesimismo. Expresaban una visión pesimista de la realidad española, que en algunas ocasiones conllevaba una crítica con matices reformistas y en otras conducía al escepticismo. Exploraban en sus obras la angustia, los temores y las preguntas sobre la existencia. Algunos recibieron la influencia de la obra del filósofo pesimista Arthur Schopenhauer o del filósofo nihilista Friedrich Nietzsche.
El final de la generación del 98
El período de más importante actividad de la generación del 98 llegó hasta aproximadamente 1915. En las dos décadas siguientes, los exponentes de este movimiento continuaron dominando la escena literaria y publicando obras de gran importancia, pero algunos críticos sostienen que la mayoría de ellos había experimentado cambios y que el impulso creativo inicial había quedado en el pasado.

Mientras tanto, el problema de la regeneración nacional de España quedó irresuelto. En adelante, cobraron importancia otros escritores jóvenes, como José Ortega y Gasset (1883-1955) y Ramón Pérez de Ayala (1880-1962), que se dedicaron a repensar el “problema de España” y antecedieron a los escritores de la llamada “generación del 27”.


Fuente: https://humanidades.com/generacion-del-98/#ixzz8DxFu4KTE